Un empresario gastronómico sugiere que se decomisen equipos y se realicen embargos en fiestas clandestinas
El empresario Nelson Lafauci, titular de un comercio gastronómico local, dijo que las personas que acuden a su bar suelen llegar a las 21 ó 22 y se retiran alrededor de las cero. “Hoy por hoy estamos evaluando abrir al mediodía, pero con 35, 40 grados a la sombra es imposible trabajar. La lógica dice que nos iría mal”, dijo en radio “Costa Paraná”. El entrevistado dijo que ya había tenido que hacer una reconversión de su actividad, al pasar de boliche bailable a bar y restó. Puntualizó que cuenta con 15 personas empleadas, que están preocupadas “porque no se imaginaban” la intención nacional de restringir la circulación nocturna de personas, entre las 23 y las 6.
Lafauci consideró que el problema son las fiestas clandestinas. “Lo que yo veo -contó-, viniendo del palo de los boliches, es que los problemas son las fiestas clandestinas, y eso en todo el país. Nosotros tenemos música ambiental y pantalla gigante y luces que son parte de la ambientación. El disc jockey me comentaba que el otro día tuvo ocho alquileres de equipos, inclusive una a media cuadra de una comisaría”. Yo creo que el Estado debería evitar ese tipo de fiesta, que creería que tiene los medios y que sean más severos en ponerles una pena económica y un embargo al propietario, al organizador, y decomisen los equipos que están ahí, y yo te diría que en veinte días se terminan las fiestas”.
En el diálogo radial dijo que en Paraná históricamente ha sido muy difícil establecer emprendimientos. “A mí me llevó siete años. En siete año la sede ya está caminando, pero demoré seis años y medio en conseguir el permiso de construcción y seis meses hacer el emprendimiento”, reveló.