Para Berensztein, Argentina no estará en un lugar destacado de las agendas de Biden ni de Trump
El analista político Sergio Berensztein analizó las particularidades electorales de Estados Unidos, en momento en que los dos candidatos principales pelean con un voto a voto la definición presidencial. Consideró que en cualquier escenario, la Argentina no estará en un lugar privilegiado de la agenda. “Somos un ladrillo más y cómo nos vaya depende de nosotros. En América Latina no hay armas nucleares, en América Latina no hay grandes conflictos estratégicos, lamentablemente no somos importantes en términos de comercio ni en términos de inversiones”, dijo a radio Costa Paraná, en una entrevista donde también habló de la relación que en nuestro país se da entre Nación y provincias. También explicó el comportamiento de los mercados en las elecciones norteamericana.
Berensztein es doctor en Ciencias Políticas, licenciado en Historia y docente universitario en Estados Unidos. En la entrevista con el programa “Para empezar”, en la radio de la ciudad, comenzó diciendo que las elecciones que mantienen en vilo a la sociedad norteamericana y al mundo en general, se dan en el marco de un país con un sistema electoral muy particular, pero que no está sometido a la duda, como plantea Donald Trump, mientras Joe Biden parece acercarse más a su cometido de ser presidente de Estados Unidos.
“Estamos en una situación bastante inusual. Hemos tenido elecciones complejas en Estados Unidos, como por ejemplo en el año 2000, entre Al Gore y Bush hijo, el presidente número 43. En el estado de Florida -rememoró- hubo un problema enorme con el recuento, finalmente resuelto en la Corte. Y eso duró como dos meses”.
Con lo señalado, Berensztein sostuvo que “hay antecedentes que indican que puedan pasar estas cosas, aunque nunca había ocurrido en tantos estados, como ahora. Esta es una elección muy pareja y hay que tener en cuenta dos elementos”, señaló el analista político y pidió que se tengan en cuenta dos elementos: “el primero que la legislación electoral del sistema de votación lo definen los estados; no es uniforme a nivel federal. Hay muchos problemas -se explayó- porque cada estado, cada provincia, tiene la libertad de elegir con qué sistema o con qué boleta se vota, cómo se cuenta, etcétera”.
“Y la otra cuestión -continuó- que también es muy inusual, es que en Estados Unidos se empieza a votar dos meses antes de la elección por el sistema de correo. Hay voto en ausencia. Incluso hay lugares donde uno puede ir personalmente a votar. En los sistemas de votación primero entran los votos que se emiten el día de la elección, en este caso el 3 de noviembre. Y después entran los votos que fueron hechos predatadamente, es decir que con antelación a las elecciones la gente fue y sufragó o lo mandó por correo”.
Sobre las sospechas de fraude que busca instalar Trump, el analista argentino indicó: “Todo está legislado, está regulado. No es que se inventan votos o hay fraude, y en muchos casos, para evitar problemas, hicieron mucho más transparente la elección en los últimos meses”.
“Ya la campaña del presidente Trump -continuó diciendo- sabía que los votos que iban a ser emitidos antes de la elección iban a ser mayoritariamente demócratas. Por eso, desde un comienzo, instaló dudas respecto de la transparencia del proceso. Y esto se confirmó en estos días, cuando él dice ‘detengan el conteo’ ‘detengan el fraude’, cuando en realidad no hay ninguna evidencia de que sea así”.
Y para ilustrar aún más la falta de evidencia, el entrevistado agregó que “muchos medios de comunicación, conservadores y de derecha, que fueron afines al presidente Donald Trump durante estos cuatro años, incluso un diario bastante amarillo que se llama News Post, que publicó operaciones en contra de Biden y de su hijo Hunter, ese medio se está corriendo de esa situación que acuda de fraude a un sistema que no tienen ninguna sospecha comprobable”.
“No es la primera vez que uno ve actitudes, decisiones, discursos en el presidente Trump, parecidos a lo que ocurre con otros líderes que fueron elegidos democráticamente pero que actúan autoritariamente. Por ejemplo Tayyip Erdoğan, el presidente de Turquía. Se llaman liderazgos democráticos liberales no democráticos”, definió para rematar con la afirmación de que “esta es una característica de muchos gobernadores argentinos”.
Se le preguntó a qué apunta el actual mandatario estadounidense cuando instala esas sospechas. “Trump -respondió- corre varios riesgos, el primero es que alguien de su partido salga a decir que el ganador legítimo es Biden y el Partido Republicano no va a acompañar a alguien que está poniendo en duda la transparencia del sistema electoral”.
La segunda cuestión -agregó- es que el presidente Trump lanzó su campaña para 2024 y para eso se victimiza diciendo que lo robaron. Tercera cosa es que él tiene un proyecto que es de hacer Trump TV y que utilizó la candidatura en 2016, y ahora la presidencia y tal vez la candidatura en 2024 para instalar su cablera. Y por eso se peleó con Murdock y con los medios de derecha. Él quiere ocupar ese espacio. Hay un montón de gente que cree en el fraude, que cree en él y que va a prender el canal. Todo esto vamos a ser si sale en este tiempo”.
Se le preguntó al analista qué ponderación tendrá América Latina para Binden, en caso de que termine siendo electo presidente. “Somos un ladrillo más y cómo nos vaya depende de nosotros. En América Latina no hay armas nucleares, en América Latina no hay grandes conflictos estratégicos, lamentablemente no somos importantes en términos de comercio ni en términos de inversiones. Son muchos más importantes Asia, Europa, Medio Oriente y sobre todo Estados Unidos, donde el presidente va a tener que sanar la sociedad que está totalmente frecuentada, donde el voto a Trump ha aumentado mucho, y la sociedad está dividida que se ve a sí misma en términos de enemigos y no de adversario político. Y que tiene cuestiones históricas, como la cuestión racial, otras que llevan 46, 47 años como la cuestión del aborto. Y tiene divisiones nuevas. Unos y otros se acusan de comunistas, de fascistas, con un discurso de la guerra fría que es ridículo, pero que pone de manifiesto la división”.
Agregó Berensztein que “los demócratas se han sorprendido mucho con el voto republicano, incluso en zonas muy educadas. Muchos pensaban que el voto a Trump era un voto redneck, de gente de clase baja blanca y no es así. Es un fenómeno muy profundo”.
Dijo que Argentina “tiene que llevarse bien con todo el mundo, con todos los poderes porque es un país demasiado chico, demasiado pobres con demasiados problemas como para darse el lujo de andar peleándose con alguien”.
Seguidamente se le preguntó sobre la reacción de los mercados frente a la elección norteamericana. “Los mercados están mirando que el gobierno que viene estará obligado a correrse hacia el centro, y si gana Baider no habrá lugar para cosas extremas. En parte porque el Senado va a quedar en manos republicanas. Entonces no va a haber lugar para ninguna locura, sobre todo aumento de impuestos, mucha regulación, un retorno a una regulación ambiental exagerada y todo eso muy valorado por los mercados por eso este boom suma a eso un paquete de incentivo fiscal que el congreso seguramente va a aprobar para ayudar a la economía norteamericana a recuperarse de la pandemia, y eso explica reacción tan positiva que estamos viendo en estos últimos días”.
Hacia el final de la entrevista, se volvió sobre la cuestión argentina y en ese marco, Berensztein dejó definiciones: “La relación del Ejecutivo y las provincias son muy complicadas, donde el poder central tiene muchos mecanismos de presión, aunque las provincias han sido cómplices a lo largo de su historia, por cuestiones fiscales, cuestiones electorales, por discrecionalidad y así se elabora un presupuesto sabiendo que hay tocarlo. Recordó que la Constitución reformada de 1994 obligaba a hacer una ley de coparticipación que no se hizo, y hay que rever la relación entre el presidente y las provincias. “Hay que repensar el federalismo para que las provincias sean autonomías, pero que las provincias no entren en el juego perverso de dejarse dominar por el peor Ejecutivo”, resumió.