MirarTEA contó cómo se trabajó con niños y niñas autistas, en el contexto de cuarentena por Covid

Amaru Méndez es presidenta de MirarTEA, la asociación civil que acompaña el proceso de abordaje del espectro autista. “MirarTEA, cambiando la forma de ver el autismo”, indica la consigna de una institución que da contención y organiza capacitación para familiares de personas con diagnóstico o afección. Para hablar sobre el modo en que los chicos y chicas con TEA atravesaron, junto a sus familias, los momentos de cuarentena, la radio municipal “Costa Paraná” dialogó con la titular de la entidad, y la entrevista sirvió para saber algo más sobre la temática.

“Todos los niños son diferentes, cada uno tiene sus tiempos y sus procesamientos. Todos actuaron de diferentes maneras”, comenzó diciendo Amaru Méndez cuando se le preguntó por la manera en que niños y niñas con TEA vivieron la cuarentena dura a la que obligó la pandemia de coronavirus en todo el mundo. Agregó que muchos de esos chicos y chicas “necesitaban de esa salida que hace unos meses se pudo dar. El encierro los estaba poniendo mal, pero en otros casos lo pudieron llevar bien y tener sus terapias virtualmente, lo que ayudó mucho a sus familias”.

Explicó que todos los chicos o chicas con autismo tienen su rutina, y cuando esa rutina se rompe se generan algunos inconvenientes, y así “vienen los llantos, los berrinches, la desesperación y (los chicos y chicas) quieren manifestar su malestar y lo hacen con berrinches o con gritos en algunos casos”.

La presidenta de MirarTEA dioj que de esa manera se fue charlando con cada familia para afrontar el momento. “Cada familia busca sus herramientas, conoce a su hijo o su hija para que puedan llevarlo lo menos pesado posible. No todos lo manifiestan de la misma manera, de modo que es muy relativo todo. Muchos -continuó la entrevistada- viven en edificios y se hizo muy complicado. Ahí es donde más se complicó pero se buscó siempre la manera de sobreponerse con juegos”.

Para Amaru Méndez, como sociedad “es necesario romper un tabú muy grande que hay en la sociedad y es que ven al autismo como algo gravísimo, como algo que no tiene solución. Pero el autismo -explicó- tiene distintas ramas. Entre esas ramas tenemos el autismo severo que es el niño que se golpea, que grita, que no habla. Pero también tenemos chicos que hablan, que se comunican, que son muy inteligentes. Entonces hay que ayudarlos y luchar para no discriminar ni ponerle techos”.

Consideró “importante saber que todos pueden y tienen la capacidad de cualquier persona neurotípica como cualquiera de nosotros”.

“Normalmente -dijo la titular de la entidad respecto del autismo- se detecta a la edad temprana, entre los 2 años y 4 años y medio o cinco. Las alertas son el habla, porque son muy escasas las palabras o directamente no hablan y dicen las cosas por sonidos. Otras de las alertas importantes es que cuando escuchan un ruido fuerte, como la televisión, el taladro, el ladrido de un perro y empiezan a tapar los oídos. Es un dolor que sienten porque son hipersensibles auditivamente. Juegan mucho con las manos, como aleteos; no te miran a los ojos. Está el tema de los colores, cuando ven determinados colores o mucha luz lo ponen agresivos”.

Con los berrinches los niños y niñas con TEA dicen que algo les está sucediendo pero no saben cómo expresarlo.

Cuando se le preguntó cómo es el compartamiento de escuelas y otras instituciones frente al tema, Méndez dijo que “depende de las escuelas, y del docente. A lo que apuntamos es que la inclusión llegue a la escuela, al club, al barrio, a todos lados. Ese es nuestro objetivo: que la inclusión esté donde vaya”.

Afirmó que “lo más complicado, lo pongo siempre como ejemplo, es que estamos en una sociedad en que no está preparada para recibir un diagnóstico. Es una sociedad con la cultura de la familia feliz, con perro y todo. Y es doloroso cuando recibís una noticia así. Yo lloré y después me pregunté qué estoy haciendo; estoy pensando en mí y no en él (en su hijo). Me di cuenta del error que estaba cometiendo. Ya lloré y ahora pienso en él. Es difícil al principio pero tengan la esperanza de que todo llega y si nosotros no le ponemos trabas, ni techos, van a llevar una vida totalmente normal”.

A MirarTEA se puede llegar a través de las redes sociales, entre otras maneras. En Facebook figura como MirarTEA Oficial. “Nosotros pasamos por todo eso y ahora estamos para ayudar y dar contención porque se pueden hacer grandes avances”, dijo Amaru Méndez. Finalmente, ante una pregunta sobre cuál es su mayor deseo como madre, no dudó en responder: “la inclusión; que no vaya por la calle y que lo miren diferente por tener un diagnóstico, porque todos somos iguales”.

MirarTEA contó cómo se trabajó con niños y niñas autistas, en el contexto de cuarentena por Covid
Amaru Méndez