Martínez Garbino admitió que está enojado y con bronca, pero aseguró que no bajará los brazos
El candidato a senador nacional por Unión Popular expresó su malestar por las cosas que suceden en nuestro país y en nuestra provincia. Por esa razón, explicó, volvió “al campo de juego” aunque, en realidad, remarcó, “de la política nunca me retiré porque para mí es como una filosofía de vida”.
Durante una entrevista con el programa Malos Perdedores, que conducen Exequiel Flesler, Florencia Gómez e Ignacio Koonrstra por Radio Costa Paraná (88.1), Emilio Martínez Garbino, exintendente de Gualeguaychú y exdiputado nacional, señaló que “hoy todo el país se rasga las vestidura por (José Luis) Espert (acusado de recibir dinero del narcotráfico), pero en casa cómo andamos. ¿no hay corrupción?”.
“Estoy viajando por la ruta y veo este despilfarro en carteles del pejotismo –y ahora se han sumado los del oficialismo– y alguien se pregunta de dónde sacan el dinero, cuando un partido (el PJ) dijo que no tenía plata para hacer una interna”, cuestionó y admitió que “yo estoy enojado y con bronca hasta con la sociedad porque la sociedad naturaliza estas cosas y le da espacio a gente que ha robado a costa de que no haya gasas en un hospital o no haya agua en un barrio”.
Estas situaciones, explicó, “son las que movilizan porque es necesario un cambio de actitud” y observó que “a los candidatos todos les preguntan cuáles son sus proyectos, y yo puedo tener 10.000 proyectos, usted le puede preguntar a los candidatos cuál es la propuesta y todos van a tener la mejor, la más florida. Pero no le preguntan cómo han llegado a esta situación, porque acá hay candidatos que buscan fueros”, disparó, impulsivo, Martínez Garbino, y pidió que alguien le explique “por qué se calla esto”. Y remarcó: “Yo quisiera que nos pusieran a todos los candidatos a una mesa y el periodismo nos preguntara, dígame de qué vive, cómo vive, qué es lo que tiene, de dónde saca la plata para estos gastos”.
Martínez Garbino, en este marco, recordó que él se fue del PJ “siendo intendente” de Gualeguaychú, y en aquel momento “presenté un documento que si se lo leo tiene una vigencia total, porque nos fuimos diciendo que el PJ era cada vez más una caricatura del peronismo, que lo estaba prostituyendo, que lo estaba desvirtuando, y no nos equivocamos. Y dijimos que no nos íbamos del peronismo –nunca me fui del peronismo–, y quiero rescatar al peronismo, como también les digo a amigos radicales, que hay que rescatar al radicalismo, porque tiene figuras, tiene historia, tiene experiencia, tiene gente probada, tiene gente honesta, y ésta es una tarea de todos. Tenemos que recuperar la política, la política no es mala, los malos son los políticos”.
Y puso a manera de ejemplo a ese político que “todos los días lo veía salir de su casa en una bicicleta y un día lo vi volviendo en una 4×4, pero no lo señalamos a é sino que decimos que la política es una mierda, pero no decimos lo mismo cuando un médico nos atiende mal, no decimos que la medicina es una mierda, decimos que el médico es una mierda… pero con la política somos distintos”.
– ¿Cómo se puede transformar esa bronca en potencia electoral desde su sector?
– Es como remar en dulce leche, es muy difícil, lo reconocemos. Pero le respondo con una frase de San Martín a Pueyrredón, que la decía mucho en mi club, Juventud Unida, cuando uno soñaba con algunas cosas.
Cuando San Martín le dijo a Pueyrredón que iba a cruzar los Andes, Pueyrredón le respondió que eso era imposible. Y San Martín le contestó que sabía que era imposible, pero le dijo que era imprescindible.
– ¿Con qué se encuentra cuando recorre la provincia?
– Con una total indiferencia. Recién, en la ruta, nos hicieron dedo dos chicos que están estudiando en una facultad y no sabían nada de las elecciones, nada. Por supuesto, no sabían quién era yo.
Y nos pusimos a charlar. ¿A quién hay que votar? ¿Qué se vota? Porque hemos devaluado todo, y cuando devaluamos la política, devaluamos la democracia, que tanto nos costó. Recuerden, y esto es harto peligroso, que la gente en la Argentina de 42 años para abajo, que representa casi el 45% de la pirámide poblacional, nunca supo lo que era vivir en un régimen antidemocrático. Lo único que vivieron es esta democracia, que ha sido débil, que siempre estaba vapuleada, criticada, y que no ha dado la respuesta.
Entonces, ¿qué puede pensar un joven, qué puede pensar un tipo que no sabe si va a darle de comer a sus hijos este día, que no sabe si mañana va a tener trabajo? ¿Qué ejemplo le damos?
Ahora estamos discutiendo que un tipo hace una campaña con 200.000 dólares del narco. Pero eso ocurre en todos los lugares, ocurre en las pequeñas comunas, ocurre en los municipios, en las provincias, la corrupción hoy es una ley, está generalizada, se ha expandido enormemente, enormemente. Ya nadie hace algo por vocación.
Por eso le digo, es remar en dulce de leche, pero no voy a bajar los brazos.
La razón cínica
Pata explicar la realidad que vive el país, Martínez Garbino citó al filósofo contemporáneo Peter Sloterdijk, quien habla de la razón cínica. “Hay un filósofo alemán, muy de moda en este momento, que dice que vivimos la época de la razón cínica. ¿En qué consiste la razón cínica? En saber que las cosas están mal. En saber que las cosas se hacen mal y saber quién las hace mal. Pero no nos levantamos de la mesa de café”.
Con esperanza, a pesar de su enojo y bronca, el candidato de Unión Popular confía en que haya “una reacción de la dignidad” porque “sé que la sociedad no es pasiva en esto”, y, por eso, instó a la gente a ir a votar.