Los bares y restó venden menos del 10 por ciento por el sistema de delivery y el sector presenta un protocolo

El sector gastronómico atraviesa un tiempo de crisis, con la disminución de ventas -que sólo es posible hacerlas mediante delivery-, y con la acumulación de deudas. Así lo explicó el empresario Sebastián Arias, quien junto a su socio han buscado orientar el comercio en tiempos de cuarentena a la venta por encargo telefónico y en las redes sociales. Sin embargo, el interés de mantener a flote su negocio encuentra el obstáculo de que “las ventas por delivery no llegan ni al 10 por ciento de las ventas en condiciones habituales”.

 

En diálogo con la radio municipal “Costa Paraná”, Arias observó que “la gente salía a comer afuera por una cuestión cultural y de falta de tiempo, pero ahora hay un problema: que culturalmente no es lo mismo el encargo por delivery, y que por la cuarentena la gente tiene más tiempo para cocinar. Además que está la incertidumbre económica”.

Dueño junto a un socio de Brooking restó bar, Arias afirmó que el sector tiene ideado un protocolo de atención al público, a la espera de que se puedan abrir los locales. No obstante, consideró que hay sectores etarios que buscarán salir cuando termine la cuarentena, mientras que otros no se animarán hasta entrado el verano, en caso aún de que pronto se flexibilice o se abran las actividades sociales.

Ante una pregunta puntual, el entrevistado calculó que en este estado de situación pueden aguantar dos meses más, “pero no mucho más allá por la acumulación de deudas, que se da a pesar de que estamos achicando deudas con proveedores”.

Sobre el protocolo dijo que se toma en consideración la superficie del local, la cantidad de mesas para garantizar la distancia social a la que obliga la pandemia de coronavirus.

En el programa “Con vos”, Arias fue consultado por el precio de la mercadería que demanda su negocio gastronómico, y al respecto dijo que “se registraron aumentos del orden del 30 por ciento, pero hubo otras cosas, como el maple de huevos que subió el 80 por ciento, mientras que la carne aumentó el 20 por ciento”.

Sebastián Arias vivió más de diez años en el exterior. Primero en Nueva York y luego, desde el 2001, por ocho años, en Barcelona. “Allá agarró fuerte todo, y Nueva York está en la peor crisis de desocupación que recuerde, con un 17 por ciento de desempleo”. “En Estados Unidos colapsaron a gran nivel, porque los tomó esto sin tener siquiera respiradores para atender las demandas de urgencias”, contó, tras lo cual valoró el sistema sanitario público de Argentina, que atiende a todos.

Reveló que cuando regresó al país, en 2009, se encontró con otra dinámica y con la ciudad de Paraná más equipada en servicio gastronómico y la gente dispuesta a disfrutarlo. Hoy, la crisis golpea por la situación sanitaria pero el empresario confía en una pronta salida.