La sobrina de la mujer afectada por tomar agua contaminada con hidrocarburo reclama que se acelere la causa judicial

Una sobrina de la mujer intoxicada por beber agua contaminada con combustible de una estación de servicio vecina a su vivienda contó cómo trabajan socialmente para exigir justicia en el caso. Florencia Quindt dio detalles de este caso que afectó la salud de su tía, Graciela Marizza. “No sabemos cuánto tiempo estuvo expuesta a eso, pero empezamos a notar a finales de 2010 las consecuencias y ahí fue que Graciela acudió a diferentes organismos que tomaron muestras y realizaron análisis en el agua. Ahí se confirmó la presencia de hidrocarburos en el agua. En ese momento la cañería era de asbesto y no era de PVC sino que era mucho más permeable. Y las filtraciones de los tanques subterráneos hizo que el combustible se filtrara en el agua de red”, dijo Quindt, en diálogo con radio “Costa Paraná”.

La sobrina de la mujer afectada hizo un dramático relato de lo que vivió su tía. Contó que Graciela fue perdiendo funciones hasta dejarla hoy sin poder caminar y con un alto nivel de afectación a su salud.

La estación de servicio en cuestión era una Esso en 2010, cuando se realiza penal, que no prospera, y en 2012, cuando se inicia una causa civil, era Axion. La misma está ubicada en la esquina de General Galán e Isidoro Rossi.

“Graciela está en un centro de rehabilitación, que cubre en parte la obra social y ella misma con su jubilación a la que accedió por discapacidad. Estamos previendo, porque tenemos esperanza de que mejore lo suficiente para volver a su casa, todo lo que va a necesitar para garantizarle calidad de vida”, dijo la entrevistada.

Se le preguntó qué edad tiene Graciela y cuál es el estado de salud y así respondió su sobrina: “Graciela tiene 58 años. El diagnóstico que tiene es una polineuropatía y tiene un síndrome de hipersensibilidad química. Está en silla de ruedas, con un brazo que no puede mover y el otro con movilidad muy reducida. Está teniendo muchas dificultades al hablar. Tiene una atrofia muscular que hace que sus músculos fallen y no les respondan. Pierde fuerza y siente mucho dolor. Eso es lo que más nos mortifica. Ella es conciente y tiene muchísimo dolor”.

Quindt sostuvo que pasaron muchos jueces por la causa y que está demorada. “Nos preocupa porque hace 13 años de este hecho y todavía está en primera instancia. Es aterrador que tenga que pasar tanto tiempo para que podamos tener justicia”, remató.

La sobrina de la mujer afectada por tomar agua contaminada con hidrocarburo reclama que se acelere la causa judicial Florencia Quindt dio detalles de este caso que afectó la salud de su tía, Graciela Marizza.
Florencia Quindt