El paranaense que estuvo en la Flotilla Global Sumud no duda: “Hay un grupo terrorista muy grande que se llama Israel”
Nicolás Calabrese contó su experiencia a bordo de la flotilla que llevaba a ayuda humanitaria a Palestina. También comentó los momentos de terror vividos mientras estuvo preso.
El paranaense Nicolás Calabrese, integrante de la Sumud Global Flotilla que fue secuestrada en aguas internacionales por el Ejército israelí, ya se encuentra en Brasil, su lugar de residencia, luego de ser liberado tras permanecer tres días en una cárcel.
Calabrese, durante una entrevista con el programa Carrusel Público, que conducen Andrea Venturini, Marcelo Medina y Martín Echagüe por Radio Costa Paraná (88.1), señaló que se encuentra bien y un poco más aliviado.
“Ayer nos liberaron al último compañero que había sido secuestrado y preso por el Estado de Israel, yendo en la flotilla humanitaria, entonces, estamos un poco más tranquilos”, pero “hay una segunda flotilla que fue interceptada y presa, así que estamos luchando por la libertad de todos estos activistas humanitarios”, comentó.
– ¿Cómo fue para vos escuchar esto del alto el fuego por parte de Israel y del grupo Hamás?
– Es una mezcla de sensaciones. Porque para nosotros no es una guerra, sino que es un genocidio. Se habla como si Israel fuese el que estuviese enfrentando el terrorismo, cuando estamos viendo que están matando civiles. En dos años fueron más de sesenta mil civiles asesinados y más de ciento sesenta mil personas heridas. De esas personas muertas, más de veinte mil fueron niños, que obviamente no tenían nada que ver, que son completamente inocentes, entonces nosotros lo configuramos como un genocidio y como una hambruna planificada, porque no se deja entrar ayuda humanitaria haciendo que las personas no solamente mueran por bombas y tiros, sino que también se mueran porque no tienen acceso al agua o a medicamentos para curar enfermedades.
– Hay, por otro lado, grupos que secuestran a israelíes. De hecho, hay veinte personas liberadas. ¿Cómo se entiende? ¿Cómo lo podés definir?
– Nosotros fuimos en una acción humanitaria pacífica, completamente legal, pero se coloca al grupo Hamas como si fuese el que inició la guerra, cuando estamos en realidad hablando de 77 años que Israel realiza bombardeos y, como te decía, hambre planificada en el territorio palestino. Entonces, para nosotros nuestra visión es que, de hecho, hay un grupo terrorista muy grande en Oriente Medio que se llama Estado de Israel.
Nosotros tenemos una visión diferente de cómo responde a este genocidio este grupo llamado Hamas.
El cese del fuego, no obstante, lo veo muy positivo el cesar fuego, es un alivio.
Pero, por otro lado, estamos viendo campos de concentración en Palestina, es un holocausto a cielo abierto, comparable con lo que fue el holocausto en Alemania.
En Alemania hubo punición a los genocidas, y en todo el mundo se rechazó el fascismo y el nazismo, entonces me parece que este acuerdo los deja (a los israelíes) muy impunes, mientras (el presidente de Estados Unidos, Donald) Trump se cree juna gran referencia de la paz, cuando en realidad era sobre la tutela de Estados Unidos se realizaba este genocidio hace 77 años.
La reconstrucción de Palestina tiene que ser con autodeterminación del pueblo palestino, y no con este acuerdo que tiene mucho de colonialismo, de explotación de del pueblo palestino y del territorio palestino que está siendo negado para este pueblo.
– ¿Cómo fue el secuestro?
– Nosotros estábamos a 76 millas del territorio palestino, y las aguas territoriales son a partir de 12 millas, y no teníamos ninguna intención de entrar en aguas nacionales israelís y mucho menos en territorio israelí.
Nuestra intención era llegar al territorio de Palestina para entregar esta ayuda humanitaria que consistía en alimentos, medicamentos, leche y agua, principalmente.
Fue una acción muy violenta, más de quince soldados de la Marina israelí entrando en mi barco con un aparato bélico gigantesco en alta mar, con las caras completamente cubiertas, con tecnología de guerra de primera, incluso con un submarino que hacía una especie de onda electromagnética por la que perdíamos la conexión. Fue de terror.
Cuando llegamos al puerto de Ashdod, en Israel, fuimos más maltratados todavía. Nos pusieron en un coche jaula para llevarnos a la prisión con maltratos físicos, con más de treinta horas sin poder alimentarnos –yo estuve veinte horas sin poder ir al baño–, fue una violación escandalosa del derecho internacional por el hecho de abordar una misión humanitaria.
– Y la ayuda humanitaria que ustedes llevaron, ¿llegó a destino o también eso lo interceptan y se lo quedan?
– No, no llegó a destino. Se la robaron y la la incautaron, y no, de ninguna manera va a llegar a los que más lo necesitan.
Los puestos de ayuda humanitaria que Israel tiene en Palestina, y eso está documentado por la ONU, los usan como para hacer filas y los francotiradores asesinan a palestinos que están buscando el sustento de su familia, con sus hijos pasando hambre.
Es una calamidad lo que estamos viviendo y y necesitamos de la respuesta de la comunidad internacional.
– ¿Cuál es la esperanza para ese lugar? ¿Cómo crees vos que se puede resolver?
– Creo que un acuerdo de paz es lo más importante, pero este acuerdo de paz, como te decía, lamentablemente tiene muchos puntos que le dan continuidad a esta colonización, a esta invasión, y los deja muy impunes a los responsables de este genocidio. Además, Israel siguió bombardeando después de haber firmado el acuerdo de paz, o sea, Israel siguió matando, inclusive a un periodista.
La expectativa es que se retiren las tropas de Israel del territorio palestino, y que se devuelvan tanto los presos de que tiene Hamas de Israel, como también los presos palestinos que están hace más de 20 años presos en Israel.
– ¿Volverías?
– Sí, por supuesto, si avanza este acuerdo de paz y se abre un corredor humanitario, que era lo que queríamos.
Ya estamos debatiendo y pensando. todavía en una fase muy inicial, cuáles serían las próximas flotillas o cómo haríamos para llevar ayuda humanitaria para la reconstrucción de ese territorio devastado.