El juez argentino Franco Fiumara habló de la complicidad jurídica que tuvo el nazismo para sus crímenes
A 75 años de los juicios de Nüremberg, el juez argentino Franco Fiumara, estudioso en la materia, sostuvo que “el nazismo se construyó en base a la complicidad de jueces, que permitieron todos y cada uno de los actos de los líderes nazis. Coptaron la Justicia y los jueces fueron permisivos, al punto de cometer crímenes a través de horrendas sentencias”. En diálogo con radio “Costa Paraná”, habló de la complicidad judicial con delitos de lesa humanidad.
El jurista argentino dijo que “no hubo jueces alemanes en el juicio de Nüremberg porque hubo un caso tres, los juicios complementarios, donde justamente se sentaron en el banquillo de los acusados a jueces, a juristas y a profesores universitarios que cometieron crímenes y que con determinados comentarios infectaban ideológicamente a los alumnos y estudiantes de Derecho y Ciencias Políticas, en cuanto a la raza superior y el espacio vital, el Lebensraum, por los que se cometieron los mayores crímenes”.
“Uno de los criminales principales del juicio principal Hans Frank, quien fue el comandante general del Generalgouvernement, donde los seis campos de exterminio y de concentración estuvieron bajo su hegemonía. Era amo y señor de todo ese sector en el que se cometieron los crímenes . Y en la época de apogeo y de arrogancia del poder nazi había manifestado que la única forma de ‘subsanar’ a los judíos era eliminándolos, haciéndolo desaparecer. Palabra textual: desaparecer”, sostuvo el juez que fue entrevistado por el el programa “Shalom Paraná”.
Habló de “un pexo de tres leyes sancionadas por el Parlamento netamente nazi, con los poderes delegados a Hiltler en 1933” y precisó que “la ley habilitante se hizo efectiva el 15 de septiembre de 1935”, es decir la posibilidad que tenía el genocida de dictar normas sin participación del cuerpo legislativo. “El primer decreto reglamentario donde define la calidad o condición de judío, diferenciando religión con raza, es justamente en el primer decreto complementario que sale unas semanas después de las leyes de Nüremberg”, continuó el entrevistado. Fue allí donde, según ilustró, se originan las leyes raciales, incluso las que distinguía entre judíos plenos y mestizos, según la cantidad de abuelos judíos que tuviera una persona. Concretamente se trató de “un armado legal de la barbarie, incluso antes de la Shoá”.
En un tramo de la charla, Fiumara recordó que Wiston Churchill era partidario de que se lleven a cabo ejecuciones sumarias de 50.000 nazis, mientras que “Stalin avaló los juicios para exponer a todos los líderes nazis sentados, para que puedan verse todas las cuestiones que habían acontecido”.
“Ahora, hablando del Estatuto del Tribunal Penal Internacional, Stalin no quería poner la cuestión judía como un ápice porque quería aprovecharlo políticamente. Ahí estuvo la insistencia del fiscal Jackson para que se realizara el juicio. Y se contrató a una persona, que muchas veces pasa desapercibido, (Hersch) Lauterpacht, que fue el creador de la definición de lesa humanidad”, sostuvo.
Fiumara dijo que el Juicio de Nüremberg dejó tres cuestiones fundamentales en el Derecho: primero: la imprescriptibilidad de los crímenes de lesa humanidad o genocidio, segundo: condenar a disolución de personas jurídicas que son grupos crimnales como el Partido Nazi o las SS, y, tercero: el juicio en ausencia”.