El arquitecto a cargo del shopping que funcionará en la vieja fábrica de fósforo afirmó que la inauguración será en marzo de 2023

“Es un shopping -sostuvo- que como punto de partida tuvo en su origen un trabajo de armado complicado porque teníamos construcciones preexistentes que por las reglamentaciones de la Municipalidad de Paraná tuvimos que respetar. El armado de la estructura tuvo alguna complejidad y lo que se decidió es, con estructuras metálicas y cubiertas metálicas, rodear y envolver lo preexistente y dentro de eso armar la estructura de recorrido para digitar los locales comerciales y las áreas gastronómicas y cines que se van a instalar allí”.

En diálogo con el programa “Para empezar”, de la radio municipal de la capital entrerriana, el arquitecto afirmó que las áreas centrales, como el patio de comida, en toda una extensión de espacio de alrededor de mil metros cuadrados, se encuentra mirando a la chimenea y el tanque de agua, que son dos características del viejo y tradicional edificio. 

“Otro tema de relevancia para la obra -explicó el proyectista- es que el tanque de agua y la chimenea, que son las construcciones más altas, no tienen por debajo de ellas, por razones técnicas, áreas de subsuelo. Es el único lugar de los 15.000 metros que no hemos excavado. Lo más complejo, desde lo tecnológico de la obra, fue lograr que en esos 15.000 metros cuadrados de suelo urbano, debido a que no teníamos áreas de estacionamientos laterales, tuviéramos que socavar sosteniendo en el aire, dicho entre comillas, las áreas preexistentes para lograr armar un subsuelo para 400 autos ahí abajo”.

Tras explicar que son 8.000 metros cuadrados de construcción, y que 2.000 corresponden a las salas de cines y los restantes 6.000 a locales comerciales, Verger afirmó que hay una relación entre cantidad de metros cuadrados y espacio para estacionamiento que debe dejarse. Es decir que debió trabajarse tomando en consideración el resguardo y cumplimiento de esa relación.

Se le preguntó por la inversión y los plazos de obra, frente a lo cual el entrevistado contestó: “Nosotros estamos en la parte más técnica, estamos en la parte de proyectos, y gestionamos la obra, pero la obra la realiza directamente el cliente que es ‘Paso del bosque’, que es una sociedad con capitales de Rosario, que ya tiene instalado un shopping y lo están duplicando. Son ellos los que manejan el tema. La verdad es que no tengo información al respecto para darles porque no operamos nosotros con esa parte, sino en la parte eminentemente técnica”.

Un dato relevante que dio el entrevistado es que “los plazos de obra se están cumpliendo” y que está previsto que se inaugure el shopping en marzo de 2023.

“El intendente (Adán) Bahl estuvo recorriendo hace unos meses la obra, y nos preguntó al respecto, ilusionado con que eso ocurriese lo antes posible (la inauguración). Ahora ya está fluyendo bien y creemos que ese plazo no se va a correr”, afirmó el arquitecto.

Luego consideró necesario “hacer algunas aclaraciones porque en Paraná se habla de la lentitud de la obra”. Y al respecto afirmó: “la obra estuvo prácticamente detenida en la época de la pandemia, algunos proveedores de rubros como aires acondicionados y partes de las cubiertas metálicas, que son de Buenos Aires, que no pudieron, por razones del Covid, hacer los traslados. Así que la obra estuvo prácticamente un año y medio detenida. Y otro problema serio que tuvimos fueron las fundaciones, lo sabíamos pero no pensamos que nos iba a dar tanto trabajo: el suelo de Paraná es un suelo complejo en ese sentido, y eso demoró también un tiempo la obra. Para terminar, quiero aclarar que es una obra, yo le llamo introvertida, porque es como una gran construcción que da las espaldas hacia afuera, que explota en su interior. Está pensada así, entonces la obra siempre parece que está en el mismo punto al verla de afuera. Por eso, en general, la gente se impacta positivamente cuando recorre el interior de la obra”.

El arquitecto se mostró confiado en que el shopping va a dejar espacios para poder mostrar lo que significó, para la capital entrerriana, ese predio fabril, e incluso anticipó que con cartelería acorde se darán las explicaciones para que la personas más jóvenes que visiten en el lugar comprendan qué fue ese sector, donde se fabricaron velas, luego fósforos y más tarde encendedores, y cómo influía en la vida de los paranaenses. La fábrica se extendió en un cuarto de manzana, que dan a las calles Corrientes, San Lorenzo y San Juan.

Otro concepto que dejó el profesional fue que en las excavaciones que se hicieron para construir las cocheras, primó un criterio de conservación de especies vegetales, que ha sido una característica de la planta fabril. Hay muchos árboles pese a que siempre se trató de un área urbana consolidada y de construcciones. “Nos parecía que la masa forestal constituía una buena transición para vincular de la mejor manera lo preexistente con el nuevo centro comercial que implica una obra de gran envergadura. Hicimos un esfuerzo muy grande por proteger los pinos y estamos cuidando, al igual que en el área de acceso donde se protegieron los árboles”, agregó.