Cáritas Paraná abrió un refugio invernal para hombres en situación de calle

Comenzó a funcionar esta semana en la sede de calle Rosario del Tala 641. Hombres en situación de calle puede asistir todos los días de 20.30 a 8. Tiene capacidad para 15 personas.

Cáritas Paraná decidió abrir un refugio en su sede de calle Rosario del Tala 641 para hombre en situación de calle, y, de esa manera, darles la posibilidad de que pasen la noche al abrigo en este duro invierno.

Juan Manuel Yaryez, el coordinador del refugio, durante una entrevista con el programa Carrusel Público, que conducen Andrea Venturini, Martín Echagüe y Julio Galera por Radio Costa Paraná, explicó la decisión obedeció a la situación que vive la ciudad “desde hace muchísimos años” y a un relevamiento realizado hacia fonde de años pasado que indica que hay al menos “164 personas personas en situación de calle en el centro de la ciudad”.

“Desconocemos cuántas personas en situación de calle hay en total en la ciudad porque es un número difícil de establecer, pero teniendo en cuanta la cantidad de espacios que hay como para recibir a gente que está en la calle, estamos lejos, y, obviamente, cuando ocurrió el triste fallecimiento de un ciudadano en la plaza 1 de Mayo, de Quito (Miguel Antonio Villagra, de 67 años), realmente ese fue el último desencadenante que nos impulsó y nos hizo preguntarnos a nosotros como Iglesia qué es lo que nosotros podíamos hacer y qué no, pero seguros de que no podíamos quedarnos de brazos cruzados”, señaló.

“Si bien no podemos resolver la cuestión de fondo ni tampoco atender toda la problemática actual ni cubrir toda la necesidad, por lo menos dar un espacio más, una mano, y eso es gracias al aporte de muchos laicos comprometidos, también articulado con un trabajo con la Secretaría de Desarrollo del Municipio y bueno hace tres días que empezamos este desafío y vamos bien”, agregó Yaryez

– ¿Se ve más gente en la calle que años anteriores, que el año pasado?

– Muy concretamente no podría responderlo porque hace un par de años que no he estado en la ciudad, pero creo que ha crecido el número de personas.

– ¿Las edades? ¿Son adultos mayores? ¿Son gente de mediana edad que todavía podría estar trabajando? ¿Son adolescentes por cuestiones de consumos problemáticos?

– Son historias muy variadas y edades también variadas. No hay un patrón tan claro, yo no lo tengo claro, por lo menos no estuve desmenuzando la información.

En el refugio estamos admitiendo las personas a través de un proceso, la mayoría es de 35 años para arriba, por lo menos los que nosotros estamos acompañando en el refugio, y creo que ayer se sumó una persona que es un poquito más joven.

Nosotros solamente abrimos el refugio para hombres, y no es un arbitrio, sino que responde a lo que en contacto con estas organizaciones nos habían manifestado de que hoy la necesidad está un poco más en los hombres.

La primera variable que nosotros habíamos pensado era abrir un hogar para mujeres, porque en 2019 Cáritas había abierto un hogar para mujeres, exclusivo, y queríamos un poco repetir esa experiencia, pero ahí nos habían manifestado de que había un poco más necesidad en hombres, y no tenemos las condiciones como para abrir un hogar mixto, no están las instalaciones dadas, ni los equipos, y lamentablemente tampoco tenemos otro espacio por el momento.

– ¿Y cómo es el funcionamiento? ¿A qué hora llegan? ¿Qué le ofrecen ustedes?

– La gente empieza a venir de 20.30 a 21.30 más o menos a nueve y media. Ahí nosotros vemos lo que traen –algunos elementos punzantes, por ejemplo, no pueden pasar y se los retenemos hasta el día siguiente–, pasan, se van acomodando, se pueden ir duchando –hay dos baños a disposición, los dos con ducha, con agua caliente–, y la idea es que tengamos una cena comunitaria.

Ahí se genera un lindo espacio también para compartir, o sea, no es solamente que vienen y tienen lo material, es también una oportunidad para conocernos, para escuchar sus historias, para que también ellos entiendan –y para nosotros como iglesia es importantísimo– que no es solamente dar algo material, sino que también ellos sepan de que queremos mirarlos como personas y que a nosotros realmente nos importan.

Hay un detalle que es muy importante, que es la colaboración también de otras personas que no pertenecen a Cáritas formalmente. Los recibimos siempre con un pastel y algunos caramelos, para que ellos realmente se sientan recibidos.

Estamos trabajando articuladamente con la parroquia Nuestra Señora de la Piedad, que recibe ropa, y nosotros por ahí ante las necesidades les vamos dando

A las 23.30 tenemos un estricto clima de silencio, pueden seguir despiertos y conversar, pero ya un poquito respetando el silencio. A las 7 de la mañana los empezamos a despertar como para que se vayan acomodando, pasen al baño, puedan tomar algunos mates, desayunar ahí, si quieren, y después a las 7.45 tienen que retirarse para volver después.

La rutina

Yaryez, además, remarcó que “les estamos dando todo lo que tenemos a disposición, y también nuestro tiempo. Que alguien piensa en ellos y hace algo por ellos. Queremos que ellos realmente entiendan que hay mucha gente que está pensando en ellos, que no es solamente gente que los estigmatiza, sino que mucha gente, que es muy buena, está queriendo colaborar de mil formas, y eso está muy bueno”.

Es cierto, admitió, que “la rutina les puede llegar a costar a muchos, pero hasta el momento nos tenemos que sacar el sombrero y destacar que colaboran con la limpieza, llegan a tiempo, comparten muy bien, cuando tienen algún problema nos vienen, nos comunican y tratamos de solucionarlo. La verdad es que muy bien, cierto, recién arrancamos, vamos tres noches, pero hasta ahora todo muy bien”

– ¿Cómo se puede colaborar con ustedes?

– Con donaciones de sábanas, por ejemplo, siempre es algo que nos viene bien, más que nada cuando hay que hacer el recambio, ir a lavarlas y cambiarles las sábanas para que sigan teniendo eso. Alguna almohada, siempre elementos de limpieza, eso siempre viene bien. Dinero de transferencia también está bueno como para alguna necesidad, digamos, que surja y que por ahí no se puede cubrir, o esperar a la donación concreta”, señaló.

Agradecimiento

Yaryez, por último, subrayó que “estamos muy agradecidos a la solidaridad de todos, incluso a ustedes y a los colegas también de los otros medios de comunicación, que realmente se interesan y se preocupan y quieren abrir espacio, no solamente para avisar de que esto existe, sino también para ver de qué forma se puede colaborar”.

Cáritas Paraná abrió un refugio invernal para hombres en situación de calle Juan Manuel Yaryez, coordinador del refugio de Cáritas Paraná
JUAN MANUEL YARYEZ en Carrusel Público.