Andrés Giménez, de A.N.I.M.A.L., contó cómo conoció a León Gieco en Paraná

En diálogo con los conductores Marcelo “Bruja” Verón y Martín Echagüe, el guitarrista metalero contó lo que significa el próximo encuentro con sus seguidores, en vivo, en la presentación del hipódromo porteño.

Al respecto, el músico afirmó que hace un año que no tocaban en vivo, y que en la semana previa a la aparición de la pandemia la banda iba a viajar a Colombia y luego a Chile para hacer un par de recitales en cada lugar. “Teníamos fe de que se iba a reglar, pero cuando fue pasando el tiempo supimos que era para largo, pero no imaginamos que era por tanto tiempo. En nuestro caso tenemos mucha fe en las cosas, en seguir adelante, pero la vida te sorprende con estas cosas. Lo cierto es que ahora estamos feliz porque parece que se va empezando a acomodar y volvemos a tocar”, dijo en “Abrazo de rock”.

Se mostró muy satisfecho en el show del viernes por el lugar y por la infraestructura que posee, al tiempo que indicó que habrá cupo de público de medio millar de personas, debido a las medidas de seguridad sanitaria. “El show que van a ver es increíble; el escenario es alucinante, gigante, tiene unas luces y un sonido impresionante, y el un lugar es un lugar como para 15.000 personas, así que 500 personas en ese predio están súper cómodos. Estarán separados por lo que llaman burbujas, pero son como corralitos donde hay unos sillones y mesitas, pero se puede ver parado también si se prefiere. Estás todos aislados, pero está bueno porque es una forma de cuidarse y disfrutar el show”, dijo.

Cuando se le preguntó cuántas generaciones acostumbran a ir a ver A.N.I.M.A.L., no dudó en indicar que son cuatro: “uno, el padre, el hijo y el nieto. Iba a decir el Espíritu Santo también”, bromeó y dijo que lo mismo ocurre con otras banda de metal: Rata Blanca, Attaque 77, Massacre, Orcas, Hermética que se separó pero que sus integrantes siguen sumando generaciones.

“Es un flash ver que esto que sucede en Argentina en muchos países de Latinoamérica. A.N.I.M.A.L. logró ese reconocimiento y ese amor incondicional como banda de culto, a nosotros nos pasa lo mismo yendo a Colombia, a México, a Chile, a Ecuador, lo mismo que Perú. Te diría que tocamos en todos los países de américa, menos en Cuba que no se ha dado pero iremos también en algún momento a tocar, agregó.

Hubo un momento para hablar de Rompan todo, el film documental sobre la historia del rock, producido por Gustavo Santaolalla, y que se puede ver en Netflix. Eso dio lugar a hablar de la calidad del rock argentino, que está a la cabeza de las producciones en todo el “continente” latino.

“Argentina -agregó- es un patrón a seguir de muchas cosas que han pasado, pero en el documental aparecen bandas de México y Colombia y de muchos lados que son bandas de primera a nivel mundial”.

La alusión al documental mereció la reflexión del entrevistado, al decir que “no refleja la cantidad de bandas impresionantemente gigantes que no aparecen y que hay en toda Latinoamericana”. “Yo lo digo en broma, pero está todo bien con Santaolalla, lo respeto muchísimo porque es un gran productor, pero a veces la visión de una persona sola es difícil o por ahí tiene un equipo de trabajo que no es sólamente la visión de él y convocan bandas que son mainstring que están en el momento. No vi, por ejemplo a Rata Blanca, que revolucionó el heavy metal en toda Latinoamérica y no vi una banda que se llama Transmetal, que es una especie de Riff en México, o Criminal, de Chile”.

El diálogo derivó en anécdotas que contó como músico, pero también con los recitales que él mismo vio en distintos países por donde anduvo, tanto Latinoamérica, como Estados Unidos y Europa. Y contó también de su vinculación artística con músicos de otras generaciones y géneros, como Lali Expósito o Agarrate Catalina, con quien grabó una versión de Real que “es impresionante”, exclamó.

De León Gieco contó que lo conoció del siguiente modo: “En Paraná lo conocí. En el Teatro, la primera vez que fuimos. Debe haber sido en el 93 ó 94. Tocamos en un lugar donde había vías de trenes”, dijo en alusión al centro cultural Juan L. Ortiz.

Recordó que Gieco tocó en el teatro municipal, que había sido arreglado para el lanzamiento de la Convención Constituyente de 1994. “Me fui solo caminando. Preguntando llegué al teatro y cuando entro al teatro, voy a la boletería para sacar una entrada. Me dicen que no hay más. Estaba todo agotado. Cuando me estaba yendo, ya estaba en la calle. Siento una persona que me llama: ‘Andrés’. Era el manager de León que me reconoció y me hizo pasar. Y así, en un momento, viene Gustavo y me dice que León me quiere conocer porque sabe que estás acá. ¿Cómo va a saber? Me daba mucha vergüenza. Hasta que fui a verlo al camarín… estaba más nervioso. Y al final fui, estuvo muy respetuoso. Me preguntó qué tema me gusta. Le dije que todos, pero le mencioné a Cinco siglos igual. Y como al mes, León toca gratis en una plaza de Parque Patricio. Alguien también me vio y el chabón, en un momento, dice ‘bueno, ya sé que está Andrés, de A.N.I.M.A.L.. Subí al escenario y me dijo, delante de la gente, ‘’vos me dijiste una vez que sabés Cinco siglos igual. Bueno, vamos a tocarlo’”. “Lo canté y fue increíble, y terminamos de tocar y me dijo ‘mono, te cantaste todo’. Y me contó que iba a hacer cinco Gran Rex y me invitó a cantar, y pude ir a dos porque a los otros no pude porque tocaba con A.N.I.M.A.L.. Eso se transformó en una amistad y se transformó en un cariño hermoso. Conozco a su familia, quiero mucho a sus hijas, hay una que se llama Joana, que toca el teclado y nos tratamos de hermanitos. León es mi viejo; es un tipo que me abrió la cancha y estoy agradecido por siempre. Me presentó a Mercedes (Sosa), a Víctor Heredia y a muchos”, remató.